TESIS

La tesis había demostrado que el fin del mundo era imposible. No cabía la menor duda después de los millones de años analizados y de las pruebas presentadas. La objeción de lo aleatorio quedaba descartada, incluso por los fenómenos llamados naturales, y la intervención extraña, incluyendo el regreso del meteorito, dejaba un amplio margen a la pervivencia del planeta. O sea que el mundo tal cual lo vemos podría cambiar, cambiará, pero no desaparecerá como el planeta Adartia en Star Wars ante el rayo mortal de la estación de la muerte.

Por eso a todo el claustro le sorprendió la reacción de doctorando. Una vez recibida la calificación ‘cum laude’, sonrió. Tomó los cinco ejemplares del libro, encuadernado en verde sabana, y los tiró a la papelera.

-Lo escrito, escrito está.

Se despidió con un corte de manga del sistema, mientras desanudaba el nudo de su corbata azul.

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